martes, 17 de junio de 2008

Los límites del arte

Una obra maestra es consagrada, por llevar a su corriente artística a la máxima expresión. Luego, una parodia de esta obra es consagrada, por mostrar que la máxima expresión de aquella corriente artística había dejado de ser arte, ya que había sido reabsorbido, estereotipado, aceptado por el sentido común. Posteriormente, una obra que retorna de la forma más obediente a el estilo que había sido parodiado, es consagrado, por funcionar como parodia de la parodia consagrada.

Cuando excede la incumbencia personal, separar al arte de lo no es, puede ser problemático, y más aún cuando se debe imponer una jerarquía que ponga como primero al elemento o composición más valiosa. Este es el caso que ilustra el video a continuación, que ha sido ganador del primer premio del Fondo Nacional para el Arte y la Cultura, donde la destreza del manejo de los recursos audiovisuales lindan con la desprolijidad desfachatada y la falta de respeto.

El sentimiento de lo maravilloso o la indignación están a un click de distancia.